Bienvenidos de nuevo a nuestro blog. Hoy hablaremos sobre los distintos tipos de humedad que podemos encontrar en nuestros hogares y cómo podemos combatirlos para mantener secas las paredes.
Existen varios tipos de humedades en función de su procedencia y cada uno debe ser tratado de manera individual si queremos eliminar definitivamente la humedad del interior de nuestros hogares.
El primer paso es realizar un diagnóstico para confirmar el tipo de humedad al que nos enfrentamos y poder realizar un tratamiento adecuado. Un correcto diagnóstico implica siempre un considerable ahorro de tiempo, dinero y molestias.
La importancia del análisis reside en que existen distintos tipos de humedades que pueden afectar a su hogar, y cada tipo debe ser tratado de forma específica.
Humedades por Condensación
Las humedades por condensación se originan cuando se condensa el vapor de agua existente en el ambiente del interior de las viviendas.
Este fenómeno (condensación) se produce cuando la temperatura interior de la vivienda es superior a la del exterior.
Las humedades por condensación comienzan siendo un alto índice de humedad en el aire generalmente producida por cocinar, lavar o secar la ropa en interiores ayudándose por la calefacción.
Cuando esta humedad ambiental entra en contacto con superficies frías como paredes, espejos, azulejos o cristales, se condensa en forma de gotas de agua. El aire húmedo asciende cuando está caliente y termina en el techo y en las habitaciones situadas a mayor altura donde se forman los vahos.
Este tipo de humedades suelen y estimular el crecimiento de mohos en su casa. Además de los daños estéticos incrementa el riesgo de problemas respiratorios.
¿Por qué la condensación es un problema?
Dejar las humedades por condensación sin tratar suele dar paso a la aparición de mohos en paredes, techos, mobiliario y ropa almacenada en armarios y cajones. También puede afectar a los elementos de yeso, hierro y madera.
Consejos
Cuando esté cocinando deje que el aire humedecido se escape abriendo una ventana o utilizando la campana extractora manteniendo la ventana abierta durante 20 minutos después de que haya acabado de cocinar.
Abra algunas ventanas en otras habitaciones durante un rato cada día. Esto permite renovar el aire del interior de su vivienda.
Limpie las superficies donde observe humedad para evitar la aparición de mohos.
No bloquee las ventilaciones de aire y permita que el aire circule alrededor de muebles y cajones.
Evite el uso de estufas de gas o calentadores de parafina ya que estos producen una gran cantidad de humedad y son un riesgo para su salud y su seguridad.
Recuerde que las mascotas y las plantas producen humedad ambiental también.
Si tiene una secadora o lavadora asegúrese de que se ventila siguiendo las instrucciones del fabricante.
Produzca menos humedad ambiental.
Trate de secar su ropa en exteriores siempre cuando sea posible o use pequeñas habitaciones ventiladas.
Cerrar la cocina y las puertas de los baños para prevenir que el flujo de aire humedecido se traslade a habitaciones más frías.
Mantenga las ollas tapadas cuando cocina.
Humedades por capilaridad
Las humedades por capilaridad se producen debido a un proceso natural que facilita que el agua y las sales minerales del subsuelo asciendan a través de los poros o capilares de los materiales con los que están construidas las viviendas.
Este tipo de humedades están provocadas por el agua contenida en la tierra sobre la cual se asienta la vivienda y se produce cuando existe un exceso de humedad acumulado en la base. El exceso de humedad se evapora por las zonas que más transpiran, motivo por el cual los diferentes materiales la van absorbiendo y hacen que ascienda por paredes y muros.
El agua acumulada comienza a ascender a través de la cimentación, continuando por los muros y paredes en función de la cantidad de agua que absorban.
Las humedades por capilaridad pueden afectar a todos los edificios. Es un problema común en edificios antiguos donde no se ha instalado una barrera física contra las humedades por capilaridad o está dañada.
Con el paso del tiempo, el agua del suelo se abre camino a través de los cimientos de los edificios hasta llegar a las paredes.
Este agua del subsuelo contiene sales minerales que quedan depositadas en la superficie de sus muros cuando el agua se evapora. De hecho, estas sales atraen la humedad ambiental generando un estado de humedad permanente sobre sus paredes.
Prácticamente todos los edificios están rodeados de humedad natural que intenta entrar dentro de la estructura del edificio. Materiales como la piedra y el ladrillo son porosos y se empapan con la humedad como una esponja si no existe una membrana contra humedades.
Cuando se construye un edificio una forma de prevenir las humedades por capilaridad es la instalación de una barrera antihumedad de forma que la humedad por capilaridad no pueda ascender por su estructura.
Cuando esta barrera no existe o se ha dañado el resultado suele ser la aparición de humedades por capilaridad.
¿Por qué la capilaridad puede ser un problema?
La capilaridad produce daños antiestéticos en las paredes y además es un riesgo para su salud, pues acelera la descomposición de elementos de madera en propiedades antiguas y aumenta su gasto en calefacción debido a que una pared húmeda se enfría de forma rápida.
Si usted identifica la aparición de humedades por capilaridad puede aplicar la siguiente regla general: cuanto antes se trate el daño, menor será el coste del tratamiento.
¿Como combatir la capilaridad?
El paso crucial para eliminar la capilaridad consiste en realizar un correcto diagnóstico, analizando el origen de las humedades para aplicar a continuación el adecuado tratamiento.
Cuando sus paredes o muros estén afectados es recomendable tratarlos con la máxima brevedad posible, pues de otra forma la humedad por capilaridad continuará ascendiendo y agravando los daños.
En muchas ocasiones se aplica un tratamiento de humedades meramente estético, que no trata el origen. Ejemplos de estas soluciones son la aplicación de pinturas específicas para la capilaridad, o la impermeabilización de las paredes y muros afectados.
Estos tratamientos no frenan la ascensión del agua y simplemente ocultan el problema de forma que la capilaridad acaba traspasando la impermeabilización o aumentando su altura.
Acudir a un profesional
Lo habitual es realizar es un tratamiento químico que suele llevar 3 pasos
- La aplicación de una de barrera química para evitar la humedad ascendente. Aplicando esta barrera química se evita que la capilaridad ascienda por sus paredes eliminando los vasos capilares de la base de su pared y deteniendo el avance de la humedad.
- A continuación se suele realizar un tratamiento de descontaminación del revestimiento, saneándolo y eliminando la humedad existente.
- Tras esta descontaminación, se aplica un nuevo revestimiento que minimiza los daños producidos por la capilaridad en su estructura.
Humedades por filtración
Este tipo de humedades por filtración aparecen en zonas con impermeabilización deficiente o sin ella. La ausencia de impermeabilización permite que el agua se abra paso a través de fachadas, muros de contención o sótanos.
El agua presente en la tierra que rodea a un edificio entra en contacto con los muros del mismo, degradando los materiales de construcción y llegando en casos graves a producir daños estructurales, desprendimientos del revestimiento, fallos en la instalación eléctrica y entrada de agua en el recinto creando un ambiente húmedo con los problemas de salud asociados al mismo.
Incluso si usted utiliza un sótano como almacén, la humedad que invade el sótano puede estropear los elementos almacenados en él provocando cuantiosas pérdidas económicas.
Uno de los principales problemas para tratar este tipo de humedades es encontrar la zona de entrada, ya que los síntomas observados se localizan en la zona de salida.
Esto significa que el origen de la humedad puede tener su entrada en una zona muy diferente ya que el agua puede recorrer bastante distancia por el interior de sus paredes antes de salir hacia fuera.
Este recorrido se produce por las diferencias de porosidad que se encuentran en su pared o por la existencia de tuberías u otros elementos que desvían el recorrido de dicha humedad.
Cómo evitarlas
Con la correcta impermeabilización de las fachadas, las cubiertas y todos los elementos del edificio en contacto con el terreno. Es muy importante saber la posición correcta del impermeabilizante, si se coloca indebidamente dejará de sernos de utilidad.
Cómo solucionarlas
Se debe comenzar por las correspondientes comprobaciones de los paramentos afectados y de los canales de desagüe. Para ello es recomendable realizar una calas en muros y forjados para conocer el estado del impermeabilizante y calas del terreno para saber la altura del nivel freático.
Dependiendo de la zona afectada la solución puede variar enormemente, de colocar un impermeabilizante en cubierta hasta tener que realizar una excavación para arreglar desde el exterior los muros de contención de un sótano.
Aunque haya mucha variación según dónde esté la humedad, siempre se debe realizar un estudio previo para detectar el origen y luego tomar la medida necesaria para la reparación, soluciones hidrófugas, nuevos revestimientos estancos, nuevo sellado de juntas…